MONASTERIO Y MUSEO
SANTA CLARA LA LAGUNA
Tal vez hay en tu interior un deseo al que no sabes cómo responder, quizás sientes una inquietud a la que no eres capaz de ponerle nombre; algo dentro de ti te empuja, te atrae y te hace sentir deseos de algo distinto, de algo grande y, a lo mejor, desconocido…
¿No será que Dios te está llamando?
No tengas miedo de preguntártelo, porque si Jesús te está buscando no es para otra cosa sino PARA QUE SEAS FELIZ. No le mueven intereses personales, no quiere que le sigas para su propio provecho; Dios es absolutamente feliz en Sí mismo y no te necesita para serlo. Pero es también Amor y -como tal- no puede dejar de comunicarse para que tú participes de su Plenitud, de su Felicidad plena.
A lo mejor ya “cumples los mandamientos”, es decir, vives como cristiana, perteneces a algún movimiento, trabajas en la parroquia,… Pero si, a pesar de eso, estás inquieta por dentro y sientes que te empujan hacia algo más, tal vez es que Jesús te llama a “llegar hasta el final”. O a lo mejor no vives nada de esto y casi ni conoces a Jesucristo pero experimentas que Alguien te busca. Si es así, no creas que esto es obstáculo para una llamada, porque Él elige a los que quiere.
¿Y qué hacer para responder? En primer lugar acércate a Cristo en la oración, ábrele la puerta de tu corazón y pídele como Francisco de Asís: “Señor, ¿qué quieres que haga?”. Después puedes, si quieres, ponerte en contacto con nosotras o acercarte a nuestro Monasterio donde encontrarás las puertas abiertas y unas hermanas dispuestas a ayudarte a descubrir tú camino, sea cual sea; también puedes acudir a un Centro de Orientación Vocacional.
No tengas miedo a responder, no te paralices por el temor al compromiso, porque la respuesta a una vocación de especial consagración no es una carga sino una correspondencia de amor EN LIBERTAD al amor que recibimos de Dios. El único peligro que corres es que si te dejas mirar por Jesús y pruebas su amor ya no podrás vivir sin él…
Si Cristo te está llamando no lo rehúyas, no te suceda como al joven del evangelio. Porque si te ha dado un corazón capaz de un amor infinito como el de Dios, ninguna de las cosas de este mundo será capaz de llenarlo jamás.
No esperes más, ¡LÁNZATE!. El Dios que te llama no defrauda jamás.
"El que deja casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o propiedades por causa de mi Nombre, recibirá cien veces más y tendrá por herencia la vida eterna." (Mateo 19, 29)
“En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Él le preguntó: ¿Cuáles? Jesús le contestó: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama al prójimo como a ti mismo". El muchacho le dijo: Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta? Jesús le contestó: Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo. Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.” (Mateo 19, 16-22)